Reseña sobre el libro Las extraterrestres de Juliana Borrero Echeverry
Editorial Cajón de Sastre, 2022
La principal idea de los libros es retornar a esas memorias que nos hacen o encontrar en ellos nuevas experiencias y formas de relación con el mundo. Asimismo, la profunda lectura de estos puede ser transformadora para los matices conscientes del ser. Un ejemplo de esto está en Las extraterrestres de la escritora, traductora y dramaturga colombiana Juliana Borrero Echeverry. Este libro fue publicado por la Editorial Cajón de Sastre en 2021 y ha tenido ya tres reimpresiones, su encanto se encuentra en la performatividad de su lenguaje, donde la palabra busca transmitir una idea de incomodidad, transmitida de generación en generación entre las mujeres, y que con los últimos años ha tomado más fuerza, desencadenando una serie de preguntas y reflexiones sobre la identidad y la resistencia.
“Mucha gente no sabe que existimos. Muchos hacen como que no nos ven. Otros nos tienen miedo y nos ponen nombres. Nos han llamado brujas, sirenas, zorras, traicioneras, mentirosas, engañosas, histéricas, frígidas… Preferimos el nombre de Extraterrestres” (Borrero, 2021, p.106).
Es a través de los seis canticos que Juliana nos relata el viaje de Uliza (así, con z, irreverente, rebelde, insumisa), quien acaba de despertarse en el fin del mundo, uno que trae consigo mucho fines, el fin del mundo de los hombres, el fin del mundo capitalista, el fin del mundo neoliberal, el fin del mundo globalizado, el fin del mundo tecnocratizado, el fin del mundo machista, el fin del mundo desigual, el fin del mundo patriarcal. Para entrar en un mundo posthumanista, sin sufrimiento, galáctico y político, que muchas veces está basado en la metafórica y constante pregunta sobre “¿qué hubiera hecho Ulises? Entonces ella hace lo contrario” (p.57), introduciendo un elemento de desafío y oposición a las normas preestablecidas, revelando con este enfoque no sólo la irreverencia y rebeldía de Uliza, sino que también evidencia la necesidad de un cambio radical y la búsqueda de una nueva forma de existencia.
El libro se presenta como algo más que una obra literaria; es un performance, un grito acallado que explota con cada palabra desde una manera disruptiva y se pone en el centro del pensamiento del lector para que reflexione sobre cada una de las restricciones históricas impuestas a las mujeres. Se percibe la pequeña furia del silencio, como una vela en medio de la noche, en cada uno de los trabajos realizadas por las madres, tías, abuelas, amigas, sobrinas, quienes han entregado su vida por el presente que ahora compartimos. Cada marcha, cada lucha, cada discurso, cada texto y cada pérdida han forjado la identidad que define a las Extraterrestres. Sin la contribución de estos elementos, la existencia actual carecería de la profundidad y la resistencia que caracteriza a quienes desafían las normas preestablecidas y se levantan.
Las Extraterrestres reúnen en sus raíces “las ruinas y cuánto nos hemos demorado para llegar hasta aquí. Recuerdo cuántas hemos sido. Y lloro por nuestras hermanas caídas y por todo lo que perdimos en la hecatombe. Entonces vuelvo a sentir la huella del abuso, que no se borra, y recuerdo cómo ardió más y más hasta volverse insostenible. Ellas me miraron desde el otro lado y me dijeron: no tengas miedo… Entonces me encontré.” Es por esto que, este concepto, para la autora, se desdobla en diversas vertientes, incluida la mancomunidad que surge al reconocer los puntos comunes en la experiencia del amplio género femenino y las relaciones que se nos ha procedido en la historia. Relaciones mediadas por el control de mentes y cuerpos, como una de las principales bases narrativas al servicio de sistemas económicos y políticos, que usan conceptos pictóricos como el amor, la familia, iglesia y Estado, o desde una perspectiva más realista acciones como la violencia, el abuso y el maltrato. Todo esto bajo un espectro que no incluye las herramientas y el espacio para pensar verdaderamente la postura de un sujeta frente al funcionamiento de la vida.
Sin duda alguna, la experiencia de lectura de Las Extraterrestres ha sido excepcional, y aún más haber conocido a Juliana. La performatividad de su escritura crea un impacto emocional profundo. La narrativa, lejos de ser plana, revela capas de significado y desafía las expectativas convencionales, haciendo que la lectura sea estimulante y enriquecedora. Así mismo, la coherencia y cohesión del argumento contribuyen a la solidez del libro, evitando caer en clichés. Esta lectura puede cambiar la perspectiva de alguien, aportar nuevas dimensiones al género y, sin duda, ofrece una experiencia reflexiva y estimulante. Finalmente, el libro es un valioso aporte a la lucha feminista tanto desde la perspectiva intelectual como en la praxis, donde se articula un discurso potente que resuena en la conciencia de quienes buscan comprender y desafiar las complejidades de las experiencias femeninas a lo largo del tiempo y contribuir de manera significativa a la conversación feminista contemporánea.